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Verrugas en perros: causas, diagnóstico y abordaje
Jun
Verrugas en perros: causas, diagnóstico y abordaje
Las verrugas en perros son lesiones cutáneas que suelen presentarse como pequeñas protuberancias benignas, aunque en ciertos casos pueden representar un signo clínico que requiere atención veterinaria detallada. Estas formaciones dérmicas son más comunes en perros jóvenes con un sistema inmunológico inmaduro o en animales adultos inmunosuprimidos, y su origen está frecuentemente asociado al papilomavirus canino (CPV).
Etiología y mecanismos de transmisión
El papilomavirus canino es un virus ADN perteneciente a la familia Papillomaviridae. Existen diversas cepas que pueden provocar lesiones específicas en mucosas, piel o ambas. El virus se transmite principalmente por contacto directo con perros infectados, aunque también puede propagarse a través de fómites como collares, bebederos, juguetes y superficies compartidas. Es importante tener en cuenta que la infección no siempre se manifiesta de forma inmediata, ya que el periodo de incubación puede variar de 1 a 2 meses.
Características clínicas de las verrugas en perros
Las lesiones papilomatosas inducidas por CPV suelen observarse en:
- Área interdigital y zonas de roce.
- Región genital externa.
- Zona oral: labios, lengua, encías y paladar.
- Región ocular: párpados y ángulos palpebrales.
Las verrugas se presentan comúnmente como masas exofíticas, de superficie irregular, color rosado o blanquecino, y forma similar a una coliflor. En la mayoría de los casos son asintomáticas, pero pueden ulcerarse, infectarse o interferir con funciones básicas si crecen en zonas sensibles.
Diagnóstico diferencial y confirmación
Aunque las verrugas en perros suelen ser benignas, su diagnóstico no debe asumirse únicamente por apariencia. El examen clínico debe complementarse con:
- Citología por aspirado con aguja fina.
- Biopsia e histopatología, especialmente en lesiones persistentes, atípicas o que crecen rápidamente.
- PCR para detección específica del ADN viral, si se considera necesario.
El diagnóstico diferencial debe incluir otras masas cutáneas como adenomas sebáceos, histiocitomas, hiperplasias foliculares, o incluso neoplasias malignas como mastocitomas o carcinomas de células escamosas.
Tratamiento y seguimiento clínico
En la mayoría de los casos, las verrugas involucionan de manera espontánea en un lapso de semanas o meses, una vez que el sistema inmune del perro responde adecuadamente. No obstante, pueden requerirse intervenciones médicas si:
- Las lesiones son múltiples y progresivas.
- Se infectan o ulceran.
- Comprometen la función del animal (por ejemplo, impiden comer o caminar).
- Hay sospecha de transformación maligna.
Los tratamientos pueden incluir la extirpación quirúrgica, crioterapia, láser quirúrgico o la aplicación de inmunomoduladores tópicos u orales.
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